Yo soy esa
viajante en una escoba
que en noches solitarias
quiero hablar con la luna.
Y deseo secretos
de esa bruja nocturna,
perspicaz hechicera
que desafía noches
alumbrando montañas,
saliendo en las cañadas,
persistente en los parques,
obstinada en los mares,
traviesa
por los patios y las calles.
A veces me la encuentro
por senderos oscuros,
sinuosos, traicioneros,
toco flores que ortigan,
gusanos ponzoñosos,
mientras ella,
como una Mona Lisa
en el lienzo del cielo,
me sonríe, absoluta,
altanera,
lejana.
