Para mi hermano Abelino, mi poeta, escrito en noviembre del 2010

El dolor, ese amigo tan querido y tan franco, hoy se encuentra lejano, hace rato no nos comunicamos. Puede ser que esté serio con nosotros, pero así sucedió: sin ofensas y sin dejar de amarlo, quedó la puerta abierta y se nos fue marchando. Sé que nos recordamos; todo ha sido lo justo, apenas, lo adecuado.