Estoy dispuesta a escuchar de un limón esos mágicos cuentos de cuando era una flor. Y a vivir la alegría de la calle, la niña, de la casa, la amiga, de la puerta, de la piedra y la silla. ¡Absurda rebeldía mía!
Rebeldía
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Estoy dispuesta a escuchar de un limón esos mágicos cuentos de cuando era una flor. Y a vivir la alegría de la calle, la niña, de la casa, la amiga, de la puerta, de la piedra y la silla. ¡Absurda rebeldía mía!
Porque nací en un vértice convulso de posibilidades y de extremos, yo quiero ser el río, y también una estrella, me mimetizo piedra, trabajo como hormiga, disfruto las arañas, y no me caben dudas que soy gota de agua en un océano.