De un sopapo me cubrió la cara.
La sorpresa del mundo
estalló con el día
en mi mirada.
Le sonreí,
con franca complacencia,
amodorrada,
y me hundí en un recuerdo
que mucho antes que el sol,
apretado en mis piernas
reía entre las sábanas.
De un sopapo me cubrió la cara.
La sorpresa del mundo
estalló con el día
en mi mirada.
Le sonreí,
con franca complacencia,
amodorrada,
y me hundí en un recuerdo
que mucho antes que el sol,
apretado en mis piernas
reía entre las sábanas.