¡Es que no quiero el paraíso fácil
-¿hay alguien por ahí
que sí me entienda?-
el beso acomodado, la lisonja,
la eternidad comprada
con un clic de silicio o silicona!
No me interesan amistades
conseguidas en facebook,
jugar a la internauta
con tarjeta de crédito
o ver atardeceres en pantalla
mientras afuera
me pierdo la mañana.