
Y creció la culpa tan alta tan alta hasta las estrellas de una noche larga. Y por los rincones y hasta por la sala, se me sueltan lágrimas casi que por todo, aunque yo, por dentro, sé que es por nada. Nada, nada, nada, la culpa está intacta, aunque un poco vieja cojea por ciática, así es que yo espero, en un día de éstos logre derrumbarla.