
Solo hoy, amemos:
si estamos felices, por supuesto;
y oportuno, si la desazón
nos parte el alma.
Amemos a nuestros hijos e hijas, maridos, madres, padres,
hermanos, hermanas, amigas, amigos, vecinas, vecinos….
¿Y por qué no a la araña, la lombriz, la cuchara?
