Consejos para hacer una tesis de posgrado en violencia contra las mujeres

1. Escuchá música clásica y no intentés salir de tu estado de parálisis mental. Shubert y Vivaldi son perfectos. También Bach y Chopan con sus nocturnos, la nueva Era, Enya por ejemplo. Esa música indígena guatemalteca tan sonora, tan profunda, rítmica y acompasada, que nos revela un pueblo que no se rinde y que está ahí, para decir cosas, para ser él mismo, también es perfecta. Nos dice de esa gente que nos mira y que espera.

2. Si sentís que la música se te derrama sobre la piel y, no obstante, es como si estuviera dentro tuyo, quiere decir que estás viva y podés conjugar todos los verbos con contenidos semánticos plenos como sentir, comer, reir, llorar, escuchar, dormir, jugar y, por supuesto, escribir que, como todos los verbos expresados, es una acción impresa en nuestra memoria genética desde los primeros jeroglíficos, tanto que desde el punto de vista de la cultura ya podemos decir que es una impronta y una necesidad primaria.

3. Hasta entonces pensá en escribir como en un gesto que expresa una cultura planetaria. Un gesto humano, como sonreír, abrazar, mover la mano para decir adiós, todos repetidos de generación en generación. ¿Cuántas mujeres intelectuales y artistas del neolítico nos habitan? ¿cuántas historiadoras y científicas de la edad de bronce? ¿cuántas novelistas y poetisas de la edad media? ¿cuántas cenizas de brujas quemadas en la inquisición circulan en nuestro torrente sanguíneo?. ¡Ellas que escribían a la luz de las velas sus menjurjes!. ¡Y más inmediatamente, nuestras madres, nuestras abuelas, nuestras hermanas, nuestras amigas, nuestras profesoras, nuestras compañeras de trabajo!.

vinoymujer4. Tomate una cerveza bien fría, o una copa de buen vino, y continuá tu letargo mental. Gózalo porque es único. Antecede a la creación. Encendé una vela e incienso de sándalo en tu casa, esto trae a tu conciencia el hecho de que no sólo la Virginia Woolf tenía su “habitación propia”, condición indispensable para escribir.

5. Empezá. Pero no escribás sobre la tesis, sino sobre una mariposa que te haya gustado en algún momento de tu vida. O recordá una hormiga especial y llorá, reí, saltá, o decí babosadas, lo que gustés, pero que sea un verbo conjugado por vos en tu casa.

6. Traé a colación, me refiero a colación en tu piel, tu historia de sobreviviente de violencia y dejala latir todo el tiempo que sea necesario como un inmenso corazón exterior que va dando la pauta y la pausa de qué querés y qué podés construir, desde tu esfuerzo de tesis, para apoyar a otras sobrevivientes de violencia. Y, justo ahí, ¡prendió la concepción de tu tesis!.

7. El momento es delicado y bello, un parto que aún puede malograrse, una creación en ciernes. Cuidá el momento y cuidá tus ideas como cuidás tu vida.

8. Comenzá a escribir. Y hay dos aspectos prácticos muy importantes:

a) todo lo que significa concepción, creación, hacelo en tu “habitación propia” para que fluya de manera armoniosa. Esto quiere decir que si tenés un amante no hagás “creación” en casa de tu amante, ahí podés hacer otras cosas que se señalan en el acápite b).

b) todas las fichas de bibliografía que necesités, los “rellenos” de estructuras ya concebidas, la organización coherente de tus datos, las lecturas de otras fuentes que aún te falten o vayan apareciendo, las llamadas telefónicas de coordinación de citas….. todo eso, además de procurarte que el amante te dé amor –otro combustible de tu creación- son aspectos urgentes para una tesis que bien pueden hacerse en casa del amante.

9. Empezá por lo que tenés más claro, de lo sencillo a lo complejo.

10. Escribí todos los NO SE que necesités y velos hermosos, son tus compañeros de proyecto que no te abandonarán, como los gatos domésticos que no logramos perder. Se irán unos y estarán siempre otros porque funcionan como familias extendidas, como clanes, como tribus. O sea, ahí estarán con su presencia misteriosa, exitante y bonita.

11. Bendecí las letras del abecedario y la curiosa forma de enlazarse para dejarte expresar tus atisbos, tus ideas.

12. Preguntá, indaguá, preguntá otra vez.  Molestá a los demás y a las demás, escribí, escribí, escribí. Indaguá.

13. Hacé respaldos de la información DIARIAMENTE. Que no aparezca un susto grande amenazando tu trabajo creativo. Cuidá este aspecto.   ¡Tendrás éxito!.

Aquellos días de mi tesis, marzo de 2006

2 comentarios en “Consejos para hacer una tesis de posgrado en violencia contra las mujeres

  1. Querida Eida,

    Veo que cambiastes el metodo de commentario por estrellas. Es mas accesible y mejor para todo los peresosos en este mundo 😁

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    >

    • No he cambiado nada (deliberamente) sigo buscando entender y llegar al modo que más me exprese y, en ese recorrido, se me cambian cosas solas….jajaja besototeeeeee

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