Llegó abril,
compañero del tiempo
que amasa nuestra arcilla
volviéndonos vasijas,
tinajas, candelabros
o, a veces, incensarios
del amor que quemamos
día a día.
Llegó abril,
compañero del tiempo
que amasa nuestra arcilla
volviéndonos vasijas,
tinajas, candelabros
o, a veces, incensarios
del amor que quemamos
día a día.