Dos. Sólo dos. Dos noticias hacen la diferencia en este día. Busco la belleza como antídoto de lo feo y estrujado de la vida. La encuentro en ellas hoy. Son lógicas, coherentes, humanas. Pienso en Anaí, la pequeñita que tosió ayer, la que sonrie hoy, la de ojitos intensos. Decreto ese futuro mejor para todos los niños y las niñas, para la humanidad concentrada en sus cuerpitos.
En el tiempo de su temprana infancia suceden cosas que anuncian la buena nueva de otro mundo. El posible.