Amanecí
como una caracola
en cualquier playa inmensa.
El día llama a útero
y a lectura de cuentos,
y es ese gran momento
en que el alma desnuda,
campante se desliza
por mi cuerpo.
Amanecí
como una caracola
en cualquier playa inmensa.
El día llama a útero
y a lectura de cuentos,
y es ese gran momento
en que el alma desnuda,
campante se desliza
por mi cuerpo.