Colgadas crisálidas
rosadas,
labios de besos
repartidos en sueños,
bocas apretadas
ya en el suelo
contando secretos
muy amenos.
Aguas de miles noches
conforman sus encajes,
y los ríos y vientos
tutean sus cinturas,
pero ellas juntas, sobrias,
sólo esperan la luna
para dar sus perfumes
una a una.
Colgaditos murciélagos rosados,
mañanitas de besos de más tarde,
y en el suelo
apretaditos labios
murmurando secretos a la hierba.
Las aguas de mil lluvias
rodean sus encajes,
los ríos y los vientos tutean
sus cinturas,
pero ellas juntas, solas,
esperan les devuelva la noche
esa altivez de reinas aromadas.