Muy a tiempo y a destiempo
pierdo el tiempo.
Y en las horas que se filtran
con la lluvia por las tardes,
mi corazón se hace trizas
por la llamada de un hijo
o el recuerdo de un amigo
que en la música
mojada de mi casa
ya se expanden…
¡Es la fuerza con que la vida
se muestra en los momentos
perdidos!