Adiós

Escrito en 1994

El viento desgarró algodones
en los nubarrones
una mañana de Managua en huelga.

Nuestros cuerpos quisieron decir algo
inexplicable y denso,
y el susto de estar juntos
hizo surgir mi sangre
en ritual que intentaba expresar
lo que no lograba
mi silencio.

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