Estas hormigas arman festines en la cocina. Oigo sus pasos y oigo sus voces todas acordes con su propósito.
Y sigo el atavismo
de sus filas disímiles,
me meto en el dibujo
de sus gimnasias rítmicas
y a un grano de azúcar
lo hago todo mi Edén y mi Nirvana
-hormiga iluminada-
o esa preciosa carga
que sobre mis espaldas
es el dulce alimento
de todo mi manada
-hormiga que trabaja-