
Se deslizan. Bullean. Vuelven. Están. Van. Son murmullos del yo que ya pasó y sordos gritos que aún no han existido. Atiendo la estridencia empujándolos hacia el despeñadero de insondable silencio de la materia oscura que habita por mi cuerpo.
Se deslizan. Bullean. Vuelven. Están. Van. Son murmullos del yo que ya pasó y sordos gritos que aún no han existido. Atiendo la estridencia empujándolos hacia el despeñadero de insondable silencio de la materia oscura que habita por mi cuerpo.
jajaja me ha encantado¡¡¡¡ que bueno tropezarse con escritos como este ¡¡¡ saludos
Gracias. Tu mensaje hace parte del silencio necesario…