Te pienso en el verano con el viento y el frío, pueblecito caliente de soles, chismes, gentes, como pajas del nido que acunó mi destino. Si mi nombre se pierde por rotondas y calles y mis manos simulan ser deseos gigantes, recuerdo tus pregones que nacen con el alba y entre "pan dulce", "tamales", "cosa de horno", "pinolillo" y "rosquillas" se despiertan alegres mis pupilas de niña.