Somos personas erguidas no sólo porque tenemos columna vertebral, sino también por cuentos que, desde los albores de la civilización, se constituyeron en pivotes interiores que orientan y dan significado a nuestro actuar. Hechas de cuentos y de huesos, somos huesos y somos cuentos.
Ana Lucía Fonseca en sus Memorias de la luna oscura (Editorial UCR, 2021) nos lo recuerda escribiendo historias que recrean algunos de estos cuentos.